jueves, 30 de diciembre de 2010

Comienzo.

Veo lo que pienso.
En ocasiones pienso y veo.
Imaginarios que traducen sentimientos.
Si desdoblo mi cerebro entre los cuentos.
Fantasías, geometrías, o si platico con los muertos.
Debe ser por la licitación satírica demoniaca de los cuerpos.
O quizás se deba al laico sol del día, con lumbres de solloza dinamita.
Liricas sónicas divinas, lúdicas sinfonías dionisiacas, litorales de salvajes dinastías.

Lozanía mocedad en desvelo.

- No eres más que confundido entre los blasfemos acallados…

Atesta me confesó la noche, tras aplacarse por unos segundos continuo.

- No eres más de mí un reproche, tampoco haces más de mí tu rumor ni tu mueble de hablilla.

Atónito divagaba sin saber si se tratase de una réplica o un reproche, al tiempo que confirmaba aquella su primera línea, como expedita interrupción a mis interinidades insistió.

- No eres más un nómada errático nocturno, ya no te reconozco como al dichoso nauseabundo, ¿te has convertido acaso en un ser pugnante, es acaso tu pulsión, tu pureza, tu mundo?

La noche me adjudicaba entre sus labias sádicas demoniacas, mientras con sumo temor respondí a la confusión, a la oscuridad a las tinieblas.

- De ti jamás me escondí, nunca te mentí…
Sin embargo tú tampoco revolucionaste, ni me consolaste, siempre fuiste lobreguez, penumbra y tenebrosidad. Además debo confesarte que a la fantasía no la encarna la luz del día, quien perdida su lengua, en su vergüenza e incapacidad, no hace más que develarme y conducirme hasta tu escambrosa incertidumbre, así que regreso a ti de nuevo y con ello el desvelo.

Y entre irónicas risas aquella canto.

- Es acaso que buscas razón o consuelo mi pequeño riachuelo, no haces más que morder el anzuelo, si es que a mar te diriges, “haber sido” esa será tu razón y tu consuelo.

Soberbio escupí mi rauda lucidez en su infinito manglar de mundanas meditaciones.

- Desvelado me entrego a ti como tu reproche, asirme por tu conquista desconsuelo, insatisfacción, escabrosidad lunar, burlona, albergue del más allá, en ti es en quien buscare mi verdad, perecer en el intento, esa será mi razón, mi consuelo.

Y con ferviente serenidad ella me despidió.

- En ese momento tu construcción no servirá mas y en mi regazo permanecerás, consumado en infinito polvo y luz serás, y en pueril arrogancia a los blasfemos iluminaras, tendrás el dominio del manglar de su deseos y de ellos tú te burlaras, mientras la inculta luz del día eternamente te desplazara, para dar lugar a la blasfemia de los que aun no conocen la verdad.

jueves, 28 de octubre de 2010

SIMULACRO

SIMULACRO.
A viejo me he transformado, reliquia carente de añoranzas y sueños.
Empeñado a la contemplación en medio del acto, espectador de su propia lucha.
El espectáculo mismo del sueño y la añoranza encarnada en acto.
El escenario de mil batallas, cual simulacro consensado.

sábado, 15 de mayo de 2010

lenitiva

Baya tiempos, en el proverbio de que puedo morir plenamente,
pues que la miseria se apodere de la carroña lo es todo.

Que la contradicción se folle a la luna frente a la misma luz del sol,
que la magnificencia propagandística de la orden del día,
no os corresponda ni a la mitad de vuestros elementos.

Parlamentos que ya no curan lamentos, lamentos que ya no influyen
parlamentos, distorsiones que no intuyen visiones.

Baya fantasía, pobres de aquellos que aun piensan en la utopía.

En donde se esconde la muerte, ahí te espero yo, en el sueño de la mujer,
en la tempestad.

Retorica circunferencia, síntesis mecánica, baya sorpresa balsámica.

sábado, 27 de marzo de 2010

Dub.

Bellas maniobras rítmicas que tienen que ver con la sincronización de alteridades simultaneas, armonizadas a frecuencias circulares y circunstanciales, todo esto embonado a una lógica cualitativa, pero acompañada de una esencial universalidad imaginativa de edición…

Los ojos de la noche.

En la tarde somnolienta, elevado entre las promesas que el atardecer propone, en la púber caída de la majestuosa energía del día, fue que descubrí el portal místico de la infinita noche, aquella inconmensurable profundidad de distracción caricaturesca. Incierta profundidad, proeza que en la imaginación de mis desvelos concurres.

Locomoción:

La debilidad perfuma la esencia humana, mientras la crudeza de la muerte se llena de esplendor al deleitarse con tales aromas. Aromas espesos y llamativos ¡oh! sentimientos flagelados tan llenos de razón, encarnados en cuerpos mortales en cuyo aire de debilidad la muerte continua deleitándose y en gratitud colma a aquellos sentimientos con la virtud del agudo dolor y el profundo miedo provocado por su terrible renovación.

Hombre de palabra.

Hombre de palabra, tan rudimentario como la instrumentalidad de tu razón te lo permite.

Tan esclavo como tu palabra lo dictamine.

Carente de identidad, carente de conceptos, en un mundo gnóstico, libre de ideas, capas de volar.

Esencialismo humano:

Tan salvaje como una fiera, como un tigre que acecha en el espacio esquivando planetas y que no se detendrá, tan temeroso como una criatura que se pierde en el bosque, creyendo haber estado antes en ese lugar.

Observando analizando y construyendo la mas grande razón del deseo de su existencia, habiendo este realizado todos sus deseos construidos procede a actuar en ese lugar ya antes conocido.

Pero en ocasiones le cuesta tanto asimilar que esta ahí encerrado. Porque cree no pertenecer a ese lugar, y las veces que ha podido librarse de su encierro, no ha logrado concretar ese lugar al que realmente pertenece y el temor es tal que busca la forma de regresar a su encierro nuevamente.

El miedo, corrompe los componentes de la estructura y los lleva a la búsqueda de su transformación, a la búsqueda de una alteración del todo perfecto e innegable.

El miedo individualiza y margina su existencia, le cuesta comprender que forma parte de esa divina perfección, o asimilarse como la tribu albergada por el jardín que le da vida.

El método:

Después de un largo periodo de entendimiento destruyo mis pensamientos, mientras devoro la colmena que alberga a los productores de magia y recubro mi ser con la dulce espesura que la distingue. Confiriéndome a procesos de comprensión sensorial, fuera de los límites de toda razón semántica.

Confusión.

Desearía poder ser como el ave,
cuyo vuelo, es acogido y guiado en el regazo del viento,
en simbiosis con el objetivo particular que a este embrolla.

Vertiendo colocación. (colocation time)

Tras la locomoción…
Entrego mi espíritu a ti,
Embriagándome de estrellas
Y charlando con la luna.

Intuido titiriteo por la calle
Escudriñando por el hilo que
Me reconduzca a ti.

Al retorno, mi camino se forma
Entre flores; siento sus colores,
Veo sus perfumes y sueño visiones.

Quizás la locomoción se apodere
De mi nuevamente, y yo me entregue
A ti esta noche.

Perennes noches.

Mentes oscuras…
El núcleo de la vida esta constituido por instantes efímeros.
El tiempo es una forma de organización, aunado a la vida misma, este a su vez, existe como una idealización esquematizada de la existencia, que concebida desde dentro, resulta la eternidad como nuestro único aliento.

Lenguaje:

Acosado, atormentado, tan incoherente y carente de sentido como los conceptos que lo definen. Necesito prescindir de mi lenguaje, este no es ya una herramienta útil para la nueva forma.

Puede ser tan agobiante la razón, la maquina forjadora de la realidad, y estar tan lejos de esta misma, de la forma mas compleja e inmadura nos hemos distanciado tanto de ella, construyendo engranajes, redes y márgenes a nuestro existir. Creando la forma más precisa de hacernos daño con las herramientas de que se vale aquella construcción de la realidad.

Al grado que, en este mismo momento me valgo de ellas para reprocharle, creo que cometo un error, es por ello que e decidido prescindir de ti; cortare mi lengua y no pronunciare nunca más, dejare de alabarte, atare mis manos para no crearte, cegare mi vista para no interpretarte, destruiré mis pensamientos para no reproducirte.

Y si aun vives en mi espíritu, ¡no!, no puedo permitirte que me lo robes también, solo lo alejare de ti no te pertenecerá ni sedera de nuevo a tu construcción. Después de este momento no volverá a ser dócil. Y a este, lo justifico porque no creo que tú, me puedas entender de otra forma, la nueva.

Me seria imposible el describirla, pero en un grado muy general te diré los conceptos que, aunque de forma grosera, limitada, cerrada y ambigua, puedas crearte una idea de ella: plenitud, infinidad, eternidad, subjetivismo, físico, intangible, sensorial y todo aquello para lo que tu has sido creado y deplorablemente has desarrollado.

Por ultimo quiero hacerte saber que mi reproche no es hacia ti, tu me as dado tanto, te debo esa capacidad de reflexión, que me a llevado a divagar en mi mente y a entablar una conexión directa con tigo. Mi reproche pues es hacia la forma en que tu nos has llevado, la manera en la que nos has guiado, en fin ese reproche lo ubico ahora en la profundidad de la esencia humana, tu dios, tu creadora. Y a la génesis del pensamiento lógico, el punto inexacto en que la existencia pudo ser nombrada y desde ahí, a la inexorable crudeza del tiempo, creado por ti para darte fuerza y hacerte inmortal. Mi reproche esta dirigido a este conjunto dialéctico creador del culturalismo estructuralista, verdugo de los hombres, limitante de la razón y prisión del alma.

Hierba viva.

Hoy e salido del espacio que Se
Me ha sido asignado en la colmena.

En el exterior, e visto el rostro
De los más bellos insectos.

El opaco de las tonalidades que
Dibujan esta imagen, es el Reflejo
De ideas entrañadas en acciones:
La incertidumbre, el miedo, la razón.

Es como si la muerte albergara en sus sueños,
Privándolos de interpretación hacia
La imagen plasmada en las estrellas.

En ti plenitud:

Pienso el pasado en forma imprecisa,
No comprendo los sentimientos que esto desata:
Incertidumbre, anhelo y ante este miedo.
Muerte…

Aquel pasado incierto, por incoherente que la
Idea parezca, represento en su momento una
Construcción precisa de la realidad que lo vivía.
Identidad…

Mañana, el viento acariciara mis brazos,
Me enseñara a amar al envolver mi mente,
Erizara mis bellos y exprimirá mis entrañas.
Percepción…

Hoy, me percate de las múltiples explosiones que
Desatan el entramado esencialista sin puntos de
Referencia y tejen al espacio que alberga los sueños.
Flujo…

Es tan complejo y minucioso, es cada detalle
Dotado de una infinita peculiaridad sensorial.
Disuelto…

Incapaz de atribuirle relevancias, es que ya no
Tengo control sobre su clasificación, son tantas
Las explosiones que han plagado mi existir,
Convirtiéndome en un ser de luz.
Eternidad…

El arquetipo.

Los he dotado de una singularidad celestial,
que divaga en el cosmos que ustedes construyen en representación a mi.

Cíclico.

Todo es tan claro ante la luz de mis ojos, que no necesito traducir en forma de conceptos la manera en que vuelo:

Cada vez que existo y te reconozco como una singularidad, participe de los procesos que conforman mis estructuras mentales y las del mundo en general.

Cada vez que me arrastras entre las prenociones de la eternidad; eternidad mutada e incapaz de ser juzgada desde una moral que no le concierna.

Cada vez que miles de colores y aromas se manifiestan ante mis sentidos traduciendo estos, las fisonomías que la naturaleza refleja en forma de interpretaciones yuxtapuestas que dan vida a los contextos.

Trivial-infundado

Arrogante, presuncioso, pueril, carente de individualidad, buscando insaciablemente reciprocidad e identidad.

Con la necesidad imperante de tus deseos mas banales que tratan de construir una realidad particular en el reflejo de un mundo exterior.

Incapaz de entender la luz que emanan tus entrañas.

Impotencia.

Quisiera prescindir de mi fuerza
Ser tan débil y revolcarme
tan incoherente asta perder la razón.

Desearía poder romper la esfera del cosmos,
Para ser tan vulnerable como aquel que se asiente mortal y con mí llanto alimentarlos de vida.

Espiral:

Aun no te conozco, no se quien seas con exactitud, empero, e sentido las innumerables formas que te describen.

Te sueño constantemente, entre tanto te vivo y registro que los sentimientos mas los sueños construyen tu realidad, dando color a dichas formas.

Bellas tonalidades que al percibirlas, mi esencia se une a ti representando la conexión en el imaginario y abrigándola en el alma.

El molde

Hemos sido absorbidos, moralizados y degradados por la más agresiva naturaleza sintética y multidimensional, que define el comportamiento de los cuerpos humanos.

La más infinita abstracción del yo, en dicotomía con los moldes que uniforman los limites de la comprensión, han devorado nuestros pensamientos en virtud de una existencia mortal.

Difuso.

Asimilo la realidad en una fracción de mi existencia,
y no me identifico en aquel que me dice quien soy en este momento.
Mi ser ya no es aquel que se constituía en palabras.

Ahora, carente de precisión, navego en el cosmos del jardín intangible
que los constituye a ustedes, o sea yo.

Aspereza.

Desde la profundidad de lo incierto, la implosión germina en infinito acaecer vital, como afinidad de los componentes que, en coexistencia lo constituyen.

LUZ DE NOCHE.

Vuelvo a caminar en la calamidad en donde nada es primordial. Una vez más me tope contigo, extrapolación lunar, substancia urbana, luz del mendigo.
Magnos destellos son los que te alumbran, en momentos así, son pocas las cosas que me asombran.
Aunque a infinito segundo mi mente se desdobla, al tiempo que el alba se transforma, serena calamidad es la que me trastorna.
Vele tu luz durante horas por meses, cual perene eterno que confronta su infierno, cual renovación perecedera.
Desafío sintético eres, y en física intangible te manifiestas.
- Y él me contesto. –
Sigo de pie en la eternidad de tu monstruosa urbanidad, hoy te veo de nuevo y distingo, tu tortura aun es la vanidad.
Vagos deseos son los que te aniquilan, corpóreas imágenes que en el destierro de tu trofeo han hecho de ti un pordiosero.
La transformación en alba es quien mi energía devora, cual vestigio de amor es tu peor predadora.
Acogí tus más ciegos tormentos, te vi construir, reír y morir, siempre fuiste bipolar en el dominio lunar.
Desafío sintético eres, y en abstracción ininteligible te manifiestas.

jueves, 25 de marzo de 2010

A ti, ciega inteligencia.

A ti, ciega inteligencia.
A ti, torturadora de mis creencias, frecuencia no transmitida, religión del temor, portentosa libertad.
A ti, especifica colocación, león conquistador, grillo cantor, desesperanza soñadora, clemencia desestabilizadora, a quien debo mi fe, mi esperanza.
A ti, traidora aberrada, barroca austeridad, egocéntrica composición de imposiciones, oscura confianza.
A ti, mañana de gloria, estela de serenidad. A ti, que confundes mis emociones con plegarias.
A ti, a quien me debo indefinidamente, a quien entrego mi sub-consiente. A ti claridad, que eres mi mente.
A ti, a la más imponente, a la más impotente, a la más insolente, a la única creyente, la única ferviente, la única latente. A ti, a la más impaciente.
A ti, que eres misterio, que eres un sueño, que eres mi dueño.
A ti y solo a ti es a quien me debo.

el alfeñique no tiene pena.

Y que es del débil cuando el dolor no lo arrebata.
Adecuaciones funcionalistas que despliegan las sensaciones más abstractas, deseos que aburren, anhelos incapaces de racionalizar los comportamientos humanos.
Desesperación des temporalizada, perdida de la memoria, información congénita, evanescente autonomía.
Plasma segador, en un autómata crespa la luz del yo mecánico.
Conexión virtual intersubjetiva de gestos, de ideas, de individualidades, de antigüedades.
Terrible incapacidad de la funcionalidad, de la serenidad, del vacío.
Terrible complicidad, del orden, del placer y de la obsesión.

sábado, 6 de marzo de 2010

el domo

El domo.

Poderosas son las centellas que galopan en los ajetreados, tensos, contorsionados movimientos de motoras expresiones.
Inhóspito, difuso, confuso, homogéneo, el beneplácito esta a la orden del día, el paganismo se revuelca y se alimenta del avaro.
En carencia de credos, exacerbación de espiritualidad docente que subyuga los sentidos del oyente, vocablos confabulados en las galimatías de las estructuras, profusas comprensiones de extrapolaciones monopólicas, reformas contemporáneas, arcaicos enfrentamientos, inocentes desfigurados en la sinvergüenza de la profiláctica jerarquización de la sociedad de consumadores.
Agonías incandescentes que destellan montes de tensos nervios de acero, que en carencia de lubricación reflejan las ajetreadas contorsiones de los movimientos de motoras expresiones.
Implosiva atmosfera de letargos transfigurados en el sigilo de las tinieblas.
Corroída la rapiña, suspiro en el alivio de la abogacía.
Hondura pronunciada en el suspiro del viento, susurros que pronuncian la hondura de la espiración al viento.
Caluroso manto que aseguras el regazo de los suspiros entre la colosal y árida habitad de segregadas rapiñas.
Relegada carroña que al margen de la universalidad global experimentan las tenues sensaciones de lo arcaico y lo inhóspito de las promesas de la imaginación de las nuevas tecnologías promulgando su naturaleza de identidad.

dopaminma

Dopamina.

Capítulo I.
Hoy me he levantado de cama sin dejar de soñar, sin dejar de pensar. Las cosas parecen más reales de lo habitual, el sol atraviesa mis parpados plagando con destellos los tiernos y temidos imaginarios que ahondan en mi mente.
Es fácil pensar que no soy yo, a su vez resulta grato el recordarlo, dichoso placer que le interpreto cual ecuánime discrepancia.
Sublime estado de cosas. En el canto de las aves mi andar se desenvuelve indefinido.
Obsoleta mi razón para con el entendimiento de lo que me has dado y lo que me has arrebatado, mi mente penetra las costas de tu consuelo, incomprensibles arrullos que se cristalizan en el matiz del alba.
En esta compleja armonía confundo mis sentidos con las cosas. Ángeles y demonios labran entre colores; una ligera charla sobre los sentimientos de las flores, y entonadas liricas con referencia a los anhelos de los elefantes.
Los desiertos se nublan ante la vista de los halcones, las presas se doblegan ante la galaxia.
Mis pensamientos penetran el aroma de los colores, para así poder volar a las estrellas y soñar entre polvo cósmico.
Ilusiones objetivadas en sueños que eternizan la decadencia de lo concreto.
Madres que imploran a sus hijos, infantes que derraman irracionalidad, madres que desconocen motivos, ruegos que desechan consuelo.
Mecánicas balsámicas reintegradoras de las viejas, procesos de alivio que reflejan en ellas la infancia procurada por los viejos.
Bestias disfrazadas de jirafas, escudadas tras el manto de la amnistía, en búsqueda de serpientes venenosas que atraviesan portales místicos.
Corpóreos y terrenales misticismos, engranajes de mecánicas inadecuadas postuladas al desconcierto de los que buscan consuelo.
Hegemonía racionalista de temprana infancia. Perturbadores de sueño, excesos de misterio, sobredosis prismática.
Confiado de animalescas ilusiones terrenales, contemplo a los colores que vívidamente fornican sobre las galimatías formadas entre las ramas de árboles secos.
Bestialidades fulguradas bajo las sombras de las yagas. Mariposas que provocan segregación de dopamina, derrame de vida que se vierte en polisemia.
Multiplicidad adscrita al volátil y fétido aroma de las heridas que alimentan la metamorfosis de las orugas.
Cometas que alimentan a las gaviotas, universos de comercio que resplandecen sueños arrastrados durante siglos y fascinaciones que vuelan en la eternidad.
Indómito control, racionales plegarias terrenales, divinas majestades materiales, arcaicas novedades ritualistas.
Manejo e intercambio de información, engaños por pretensión, aberración al miedo del yo individual, unicidad del yo múltiple. Interconexiones postuladas.
Tergiversaciones demacradas. Aguas cristalinas ruborizadas, peces inconscientes que en delgadas y trasnochadas aguas constriñen.
Anguilas eléctricas, chicos perturbados. Osos que devoran rosas, semillas que brotan en el furor de salvajes copas.
Pasajes olvidados, risas espontáneas, nervios constelados, caramelos embalsamados. Relatos sobre relatos, ligeras y claras notas se armonizan bajo una constante incompatible a las mediciones del tiempo.
Instantes en el tiempo, luces programadas con ecosistemas congeniados, manos que se acarician. En pronunciadas incongruencias el manto estelar ha sido desgarrado, tigres en el cielo que amordazan a las estrellas en desvelo.
Estilos de las épocas, tiempos estilizados, sentido de unicidad y particularismos de identidad. Cucarachas que se peinan en la brisa de la esperanza que naufraga en lo inhóspito de sus cualidades.
Embelesadoras cualidades, imaginarios infinitos, mentes inexploradas, sueños sin conquistar, temerosas ilusiones combatidas por pragmatismos.
Sentimientos de vida, conflagraciones violentas. Sentimientos de vida, dulces sin reproche, hombres disfrazados de payaso martirizan a los azotados.
Los flagelados exploran sus imaginarios. Los corpóreos se disfrazan con la materia. Meditaciones que descomponen la materia.
En el desdoblamiento del alma han conocido la materia, en el amor han creado su expresión con ella, y de su expresión han hecho una exploración astral.
Han consagrado sus ojos a sus mentes, han disociado los sentidos, los han nombrado y correlacionado. Con ello han intentado manipular a la materia.
Los que han imaginado se balen de la materia manipulada para crear, los que crean se han fusionado con la materia para cristalizar.
Impalpables cristalizaciones que se decodifican en el común de los que no saben imaginar, limitadas concreciones alabadas y despreciadas.
Desprecios incorregibles que vanaglorian a las jirafas, despreciables alabanzas de amnistía que corrigen a los vanagloriados.

Capítulo II.
Características inefables, robustos sentimientos.
Parafernalias innombrables, parafernalias que aturden.
Constelaciones contempladas, miedos enfrascados.
Patéticas esclerosis de polisémicas conjugaciones.
Refuerzos enmohecidos, pestes ventiladas, infranqueables soluciones, construcciones inmaduras, aves que vuelan en el refugio de pulmones dilatados.
Abstractas pretensiones de sensaciones incumplidas, placer de la existencia, fragancia de riqueza, posada de ambigüedad guiada por la razón.
Bestiales conjunciones de impredecibles metamorfosis.
La nada se apodera de los sentimientos más bastos experimentados en el alma, el desconcierto no tiene lugar en la nada, en las tinieblas nada te corresponde.
Columnas declinadas, oleajes devastados, reflujos olvidados, trastornos adaptados, ironías contempladas, caos reanimado, constantes devenires de animadas desolaciones.
Trance de movimientos, danza interpretada. Destiempos que refrescan la nublada memoria de los recuerdos, memorias que fundamentan el constante sonar de los tiempos.
Pasados que se olvidan en su plenitud y de forma implícita se viven en la cotidianeidad. Constante temporalidad – que intrínsecamente se aberra a los pasados – historicismos de sentido ante la oscura eventualidad.
Pordioseros que se humillan, especuladores que suplican, moribundos que perturban la conciencia de los tiempos asumidos en vida, ambivalencia predadora, triste razón.
Objetividades cosmológicas intangibles, cristalizaciones mágicas, representativas herramientas, elementos conductores.
Ensordecedores mecanismos hidráulicos, mandatos que guían el mal, formalidades que conducen a las tinieblas, guías de vida que concurre a la imperfecta integralidad.
Imperfecciones que se omiten, negligencias hipócritas que en la formalidad integran y satanizan a la imperfección.
Burocracias administrativas contrarrestadas con imperfección, males arraigados e inmiscuidos, flores y leones que en encubiertos celos fornican con dragones.
Colores que se derriten, sonidos que pasman, fantasmas de la noche de ustedes deseo ocúpense de sus trastornos, no vean a mis grandes amores los dragones.
Fantasmas diurnos y fantasmas tipológicos, a ustedes les digo mostrarme a sus dragones y confrontarlos con los míos, hacer el amor entre vosotros sin ocultar sus trastornos.
Acoger sus males, enfrentarlos todos, no os combatas, entenderlos y usarlos. Regocíjense en la hipocresía, método ya creado.
Usar las armas que los han golpeado, ustedes sean los más despiadados, pisen grillos y mastiquen su canto.
A ustedes los fantasmas tipológicos les digo, no condenen a los dragones de los cuales aun no se han enamorado, no se enamoren de dragones que no sean atractivos ante sus trastornos.

Capítulo III.
Acaso eres tu dulce disfraz de bellas sombras, de estremecedoras ambivalencias que en mi deseo armonizan a los tiempos de la inquieta curiosidad. Latentes fulgores que aprietan mis destellos intimados por sus deseos.
Politeísmo interpretativo de la miscelánea religiosidad de la que pretendo o imagino ser profeso. Hilarantes presunciones que vanaglorian a la religiosa vanidad de la belleza purificada en rubores de incógnitas pasiones.
Como flores que se destilan al margen del sol, mientras la imagen que te idolatra se hace cada vez más difusa, fio mis sentimientos a los llanos de foscas que se marchitan en la embriagues.
Tinieblas que me absorben en la agonía del silencio, silencio que devora el exceso de las palabras, símbolos que embelesen a la razón del silencio, silencio que obedece al delirio de los acuerdos, lógicas que se violan en la penumbra del silencio.
Como brotes espasmódicos que liberan las condenas de los creyentes, me libero por momentos de la condena del silencio sin romperlo, conciencias que deliran la absolución encontrada en su pecado el silencio.
Somos causa, materia e identificación. Complejidades condensadas, universos conquistados, reproches de conquistas complejizadas.

Capítulo IV.
Como sucios y barridos vientos que escupen al sol interminable aliento, suspiros condenados en las ánimas de la primavera. Condensaciones de lamentos que usurpan las zonas más recónditas en los que los rayos del sol suelen refugiar su retirada.
Anexos coloquiales a la sutil diplomacia de la fecundidad. Reproducciones aleatorias sujetas a las disposiciones de las orbitas. Distinguibles sensaciones que despliegan los particularismos celosos de autonomía, astros orbitados en el interminable aliento del sol.
Cosmologías que te asemejan como análoga luz de vida, despertares que resucitas en las imágenes de los colores que se dibujan a través de partículas brillando en la acepción de tus reflejos.
Dopamina que fermenta la eternización de los instantes, bioquímica orbitada en dialécticas imágenes. Reclamos cosmogónicos, el universo corresponde como nosotros a él, infinita belleza que con amor te congelas en las estrellas.