Baya tiempos, en el proverbio de que puedo morir plenamente,
pues que la miseria se apodere de la carroña lo es todo.
Que la contradicción se folle a la luna frente a la misma luz del sol,
que la magnificencia propagandística de la orden del día,
no os corresponda ni a la mitad de vuestros elementos.
Parlamentos que ya no curan lamentos, lamentos que ya no influyen
parlamentos, distorsiones que no intuyen visiones.
Baya fantasía, pobres de aquellos que aun piensan en la utopía.
En donde se esconde la muerte, ahí te espero yo, en el sueño de la mujer,
en la tempestad.
Retorica circunferencia, síntesis mecánica, baya sorpresa balsámica.
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